Luego de tomar sus religiosos mates salimos a hacer un recorrido a ver dónde podíamos consultar precios. Por el camino sobre una avenida llamada "3 de Febrero" en el partido de Gral. San Martín, encontramos unos locales que estaban recientemente inaugurados y en uno de ellos habían abierto una "casa de computación" Estacionanos en la mano de enfrente y nos dirigimos al local
Cuando entramos nos atendió un señor y mi papá de inmediato se puso a hablar con él consultando sobre las nuevas PC´s. A un costado del mostrador había dos muchachos, curiosamente jugaban un juego de PC en un radiante monitor VGA, el juego consistía en mover un personaje por diferentes ambientes de una mansión, los gráficos eran muy coloridos y bien detallados, para la época lo cual lo hacían muy llamativo. Cada tanto el muchacho ojeaba una revista de tamaño enorme que parecía estar relacionada con el juego y volvía a su faena en la pantalla. Sin saberlo en ese momento, estaba viviendo un momento que quedaría en mi memoria: La primera vez que vi una revista MicroManía.
Mientras mi padre seguía dialogando con el vendedor (si hubo algo que le gustó a mi padre en esta vida, fue charlar con la gente, pocas veces vi personas tan apasionadas por el diálogo) yo seguía atento a lo que ocurría en la pantalla y fascinado por que existiera una revista con información de un juego. En aquella época era toda una novedad algo así
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La casa de computación como se ve hoy día... Se transformó en un local de electrónica. |
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Una de las pantallas que vi aquel día. Esa puerta extraña resultó ser el Sistema Anti copia. |

Ese día finalmente mi padre se interiorizó sobre características y
precios de las PC´s.
Cuando salimos del local, hice la pregunta de rigor: ¿y
qué te pareció? La respuesta fue "en los días próximos la compramos"
Hasta ese momento él se refería solo a la PC que fuimos originalmente a
ver. En mi mente estaban la PC, el juego y la revista. De aquella revista
no podía olvidar las ilustraciones coloridas tal fue el eclipse que no lei ni el nombre del juego en mi mente solo estaba la sensación de que existía un juego increible y una revista que hablaba de él
Pasó el tiempo y obtuve mi añorada PC, la pobre Commodore 64C fue
guardada en su caja y el cajón lleno de Joisticks y Juegos en casette quedó a
un lado. Poco tiempo después desgraciadamente cometí uno de los errores más grandes de mi vida: vender
la Commodore 64 con sus accesorios ya que consideré que nunca volvería a
utilizarla por ser la PC superior... errores que uno lamenta en la vida
En esos años era difícil conseguir material, en los kioskos de
diarios que frecuentaba más allá de los diarios y revistas populares, no solían vender ni por asomo revistas de informática, menos
de video juegos por lo que me resultaba un tema esquivo. Incluso en los lugares
donde solía proveerme de juegos no las había, teniéndome que guiar por el consejo
de la persona que "grababa" juegos o bien intuir por el nombre del
juego y la escueta descripción del mismo que las casas de computación solían colocar.
Un día luego de salir del colegio fuimos en bicicleta con un compañero a grabar juegos, recuerdo particularmente que ese día tenía poco dinero por lo que solo compré un diskette y la grabación del mismo. Elegí un juego que curiosamente se llamaba Maniac Mansion y decía ser "una aventura"
Un día luego de salir del colegio fuimos en bicicleta con un compañero a grabar juegos, recuerdo particularmente que ese día tenía poco dinero por lo que solo compré un diskette y la grabación del mismo. Elegí un juego que curiosamente se llamaba Maniac Mansion y decía ser "una aventura"
Grata fue mi sorpresa cuando llegué
a casa, cargué el juego para encontrarme con aquella aventura que había visto
tiempo atrás. Jugué hasta el cansancio, desde ya que era muy difícil para
mi edad y quedé trabado en determinados puzzles por lo que sentía que
necesitaba de esa revista que había visto alguna vez...
El problema era dónde conseguirla, en esa época los recursos de
búsqueda eran escasos, todo se limitaba a buscar por las zonas donde uno
frecuentaba.. no existían ni por asomo las facilidades que hoy tenemos con Internet.
Un día, un querido amigo de la infancia llamado Marcos, con quien
habíamos cursado parte de la primaria, me contó de un compañero suyo de
secundaria que también tenía una PC, por lo que quedamos en ir a visitarlo..
Continuará....